Considerando los desafíos que muchas, si no la mayoría, de las organizaciones enfrentan a la hora de trabajar en innovación, la verdadera diferencia competitiva en el mercado la pueden lograr al incorporar el juego a la ecuación. El uso de juegos serios puede convertirse en una herramienta crítica para el éxito. Jugar es muchas cosas, y puede definirse de muchas maneras.
El juego serio es obviamente parte integral del método LSP, pero el enfoque de este artículo está orientado a sugerir el juego serio como una forma de juego que puede contribuir en procesos de innovación:
La imaginación viene antes que el conocimiento (al menos esa es la creencia epistemológica), por lo que si queremos crear algo nuevo necesitamos imaginar, necesitamos formar imágenes mentales no solo de lo que es sino de lo que podrá ser.
Es clave realizar este proceso en simultáneo, necesitamos estar de acuerdo que esto es lo que estamos haciendo actualmente y por tanto el elemento de ‘intención’ es importante. Entendemos lo que estamos haciendo y entendemos el por qué.
“¿Qué pasaría si dejamos de servir comidas en los aviones?” o “¿Por qué no le preguntamos a nuestros clientes?”. Imaginar no es suficiente, todos también tienen que sentirse seguros y saber que lo que sea que hayan imaginado puede ser compartido.
Entendiendo que este proceso se trata de explorar (experimentar) y elaborar ayuda a crear este espacio seguro de interacción.
No se trata realmente de dejar de servir comidas, aunque esto podría ser una decisión a partir del ejercicio, se trata de explorar la posibilidad, probarla y elaborarla, para interpretar la eventual respuesta de viajeros, empleados o acreedores. La exploración de escenarios ayuda a prepararse para la ambigüedad e incertidumbre en la que vivimos y en la que la innovación tiene que convertirse en éxito.
Numerosas innovaciones fallan no porque no hayan sido buenas ideas sino debido a que estas no fueron completamente consideradas y desarrolladas a través de la organización o dentro del mercado.
La exploración no solo ayuda a encontrar nuevas ideas sino también a ponerlas a prueba.
Esto facilita la creación de un espacio seguro de interacción que es necesario para explorar y articular algo retador. Adicionalmente, cuando se quiere innovar, o transformar algo, se necesita romper con nuestra forma de pensamiento habitual; un lenguaje o reglas diferentes y específicas contribuye a esto.
La mayoría de nosotros juega incluso en el trabajo, después de todo así es como el cerebro está preparado para operar cuando se encuentra en el ‘modo de aprendizaje’. A menudo no es cuestión de jugar más sino de jugar mejor. La invitación es a empezar a utilizar deliberadamente el juego como herramienta de cambio.
* Artículo original de Per Kristiansen, traducido y adaptado por Fabián Dulcé. Bringing Play to Innovation: 3 Imperatives for Playing Better, Front End of Innovation, september 2014.
Recuperado de: http://frontendofinnovationblog.iirusa.com/2014/09/bringing-play-to-innovation-3.html